Comentario
A comienzos del último cuarto del siglo VI o poco antes, en un taller ático dirigido por el ceramista Andokides, se patenta, por así decirlo, la nueva técnica. Había sido descubierta por artistas vinculados a Exequias, algunos de los cuales, como el Pintor de Andokides, había utilizado la técnica de figuras negras y la de figuras rojas en el mismo vaso, produciendo el primero de una serie de vasos bilingües. La nueva técnica de figuras rojas bien puede ser considerada una inversión de la de figuras negras, puesto que consiste en revestir la superficie del vaso con un barniz negro dejando reservada la figura en el tono claro de la arcilla. Los detalles interiores, antes sólo reproducidos por incisiones, ahora se dan con trazos de color oscuro; se ensaya el escorzo y, muy tímidamente, el sombreado.
A lo largo del último cuarto del siglo VI se afianza esta técnica de figuras rojas, que no elimina a la anterior de figuras negras, pero la relega a un segundo plano. Crecen la productividad y el número de pintores, se diversifica el estilo y se asiste a un momento de verdadera eclosión artística. Los pintores de vasos más interesantes son ahora Epiktetos, Oltos, Euphronios y Euthymides.
Epiktetos es alfarero y pintor, especialista en la decoración de platos y copas, tondos elegantísimos como el del joven junto a su caballo de un plato del Cabinet des Medailles (París) Las decoraciones de Oltos no alcanzan tanta calidad, pero como la de Epiktetos se adaptan bien a espacios circulares. Euphronios es el que más destaca por cultivar un estilo monumental de figuras corpulentas y musculosas, no exentas de vigor escultórico. A diferencia de sus compañeros prefiere los vasos de gran formato -ánforas, cráteras- en cuyas amplias paredes plasma escenas animadas, entre las que sobresale la lucha de Herakles y Anteo representada en la crátera del Louvre. Tipología y estilo de las figuras son parangonables a los jóvenes que compiten en juegos de palestra en la decoración relivaria del basamento para la estatua de un kouros que hemos fechado hacia 510-500; esta cronología conviene, asimismo, a la crátera de Euphronios. La versatilidad de este pintor le permite trocar el expresionismo y la fuerza en la más delicada y elegante finura, como demuestra la decoración del fondo de una copa de Munich, en la que aparece un jinete de inusitada elegancia, un auténtico dandy, al que el pintor se refiere con un Leagros kalós (el bello Leagros) en la correspondiente inscripción.
Rival y contemporáneo de Euphronios es Euthymides, buen conocedor de la tradición y de los grandes maestros como Exequias y al mismo tiempo innovador en materia de giros, escorzos y reducción de las figuras en perspectiva. Ambas facetas quedan compendiadas en una ánfora de Munich, en una de cuyas caras aparece Héctor colocándose la armadura en presencia de sus padres, Príamo y Hécuba, y en la otra una escena de komastas.
El tránsito hacia el estilo severo y la primera época clásica se advierte ya en estos maestros y en otros como Phintias o Sosias.